Antes de realizar una pequeña
reflexión sobre la importancia de la orientación dentro de la Psicopedagogía y
por lo tanto de la Educación, me gustaría resaltar las razones que me han
llevado a realizar esta carrera para así entender lo que supone esto en mi vida
profesional.
Para mí la psicopedagogía es una
disciplina que se encuentra entre medias de la Magisterio y Psicología, es
decir, es como el nexo de unión entre ambos ámbitos. Esto hace que yo considere
que es un complemento de formación esencial para el profesor, incluyéndome yo
dentro de éstos.
Para que exista una buena Educación
creo que es imprescindible que la Psicopedagogía y Magisterio se unan. De esta
manera crearemos una base de formación
lo suficientemente fuerte para que los profesionales de este ámbito puedan
hacer frente a la gran diversidad que hay en la realidad de las aulas
Por eso cuando hablamos de
Psicopedagogía es impensable no hablar a su vez de orientación, la cual se
puede definir como un proceso que parte del origen del conflicto para así poder
dar unas posibles estrategias al individuo para la solución de éste. La
orientación debe ser tratada con mucho cuidado porque tiene que ser un proceso
que esté en una continua supervisión por parte del profesional, al igual que
ser conscientes que en ningún momento debemos hacer juicios de valor sobre ese
problema, ni dar soluciones mágicas inexistentes; sino proporcionar estrategias
al sujeto para que con su reflexión pueda llegar a la solución más adecuada
para sí mismo.
Antes de finalizar esta pequeña
reflexión, es imprescindible tener en mente que la orientación no sólo está
enfocada para el ambiente educativo, sino también lo podemos ver en relación al
mundo empresarial enfocado a los trabajadores, a cualquier colectivo como puede
ser las personas maltratadas, las personas drogadictas…Aunque he de decir, que
en este blog irá casi siempre orientado al ámbito educativo, puesto que es a lo
que me voy a dedicar como profesional en un futuro.
Os dejo aquí una pequeña cita que
me ha gustado porque recoge la importancia de una reflexión continua en
nuestras vidas, lo cual es un paso indiscutible para una buena orientación.
Cuando
Sócrates declaró que una vida sin reflexión no merecía la pena ser vivida,
abogaba por la evaluación personal constante y el esfuerzo por mejorarse a sí
mismo como la más alta de las vocaciones.
Lou Marinoff
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